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jueves, 24 de septiembre de 2009

YA LLEGAN, YA SE ACERCAN



Iba a escribir sobre el ultimo articulo publicado en El Rastrillo Taurino (Revista mensual que edita La Peña Taurina Los Areneros de Madrid, de mi admirado y respetado Dr. Martín Albo, donde defiende al monosabio de Las Ventas de nombre Luis, pero mi admiración y respeto me impiden rebatir su pluma, sobre todo después del abrazo que nos dimos en señal de amistad y respeto en la Plaza de toros de Almadén y prefiero escribir sobre mis andanzas veraniegas.

Decía yo en la anterior entrada, que dentro de diez años ya no tendremos toros como los entendemos ahora y que todo quedará en una cosa rara, que bien podríamos llamar: “festejo de toros, solo para turistas.” Y por supuesto sin sangre, como le gusta al tal Don Culo (Bul en castizo)
Algunos amigos y conocidos me han llamado o me han pasado emails, haciéndome saber que están en contra de esta mi teoría.: “de que a los festejos taurinos actuales, no le quedan mas de diez años de vida.” Y me parece bien que estén en contra de esta teoría, pero mucho me temo que el tiempo me acabará dando la razón. ¡Ojala! Y me equivoque.
Aprovechando que los amigablemente “Marqueses de Linares” Antonio y Beatriz o viceversa, mas bien viceversa, nos invitaran a pasar unos días en su casa en La Costa del Sol, y como la playa no me gusta mucho, aprovecho la oportunidad para comerme unos espetos, reunirme con un puñado de buenos aficionados de Málaga a la par que amigos y para rematar la faena, me doy unas sesiones de flamenco con mi amigo Juan Galacho y de paso ver alguna corrida de toros o novillos en la zona y este año, aproveche para ver la novillada del día 2 de agosto en Torremolinos, donde toreaba además, el japonés Taira Nono.
Después de ver la novillada, la conclusión final a la llego, en contra de mis conocidos, es que dentro de diez años esto esta mas muerto que Tutankamón.
Toreaba el novillero japonés afincado en Huelva, con nombre de nombre de restaurante y él podría ser uno de esos toreros que estarán en un futuro al servicio de las plazas de toros, para recrear ante los turistas, lo que fue una corrida de toros.
Voluntad no le falta al nipón, técnica mucha y aunque se esfuerza en hablar en andaluz, eso no le exime de ser mas bien un lejano reflejo de lo que debo ser un torero o un novillero, como es el caso. Como dice mi admirado Agustín Hervás.: “Tiene merito querer ser torero después de ver un video de una corrida de toros en Japón y decidir venir a España para hacerte torero, pero a nadie de nosotros se nos ocurre hacernos luchadores de Sumo, después de ver un combate”.
Fue un esperpento de novillada lo que hizo el japonés en Torremolinos, preguntando a los banderilleros, todo, ¡hasta donde debía colocarse! En el tercio de varas. Y esto es solo el comienzo de lo que se avecina para dentro de diez años, como yo mantenía en mi teoría de la entrada anterior.
Gracias a los taurinos actuales y algunos del pasado, la situación será la que describía, junto a mis dos amigos, mi teoría de los diez años y sobre todo el otro, que me ayuda a afianzarme en mis convicciones, y de apellido, Ribera del Duero.
Vendrán mas japonés, como Taira Nono y antes El Niño del Sol Naciente, algún árabe, algún ingles y sobre todo muchos estadounidenses (la memoria de Hemingway o Geminguei, que decimos en mi barrio, seguirá viva) y ellos serán el escalafón del que se nutrirán los festejos taurinos, que no corridas, que los castizos por corrida, entendemos otra cosa.